Prueben esto: en la cocina de su casa, inserte con una jeringa un chorro de miel caliente en una taza de agua o té, y observe lo que ocurre. Los hilos líquidos pegajosos y dulces, cayendo hacia abajo, se retuercen por sí mismos en pistas rizadas, en filamentos, y haciendo girar "anillos de humo". Es hipnotizante. Pero sólo por un instante.
Ahora, ¿qué pasaría si hicieramos esto en el espacio?
Recordemos que una de las principales fuerzas que nos dominan es la gravedad, pero en el espacio, sin gravedad, los hiolos formados por la miel en el agua podrían permanecer ahí, cambiando de dirección por mucho tiempo.
"La manera como se mezclan los fluidos en la ingravidez no es bien comprendida", explica el profesor de química John Pojman de la Universidad de Southern Mississippi. Aquí en la Tierra, dice, la física es dominada por la gravedad. Los fluidos densos se hunden y los fluidos ligeros se elevan; todo lo demás es un efecto secundario de ese movimiento básico.
En el espacio, la gravedad disminuye y otros fenómenos más sutiles dominan. Las fuerzas intermoleculares pueden mantener unidas capas o glóbulos de fluidos que, en la Tierra, serían destruidos por su propio peso. Estas estructuras delicadas pueden durar mucho tiempo simplemente porque flotan, en vez de chocar contra el piso de su envase.
Esto no quiere decir que los fluidos livianos estén inactivos. Al contrario, en un envase que contiene dos fluidos diferentes, como miel y agua, los científicos esperan que fluyan corrientes extrañas y complicadas. "Las diminutas diferencias en la composición del fluido o la temperatura pueden, en teoría, inducir tensiones que causan convección", explica Pojman. Este efecto, llamado "esfuerzo de Korteweg", no puede observarse en la Tierra, pero en el espacio podría ser importante.
Lo anterior demuestra las relaciones existentes entre las partículas, además que relaciona estas propiedades con propiedades físicas de la tierra y el espacio.
Aparentemente ésto no beneficia en mucho a la humanidad, pero considerando los grandes proyectos de la NASA de enviar personas al espacio, ésto podría ser traducido en materiales para manufactura espacial mediante la manipulación de fluidos.
El artículo menciona que ésto puede ser poco probable, pero como finaliza el propio artículo, ¿quién sabe qué nuevas leyes de física se ocultan en sus dulces "anillos de humo" giratorios o sus pegajosas cintas danzantes? Eso es algo para pensar la próxima vez que se relaje con una taza de té... y trate de alcanzar la miel para endulzarlo.
Encontrado en http://ciencia.nasa.gov/headlines/y2004/09apr_tea.htm