Cuando se le aplica vacío –como si se desinflara– se vuelve rígido hasta alcanzar durezas equivalentes a las de un plástico convencional. Pero el material regresa al estado flexible cuando se elimina ese vacío.
De esta forma el nuevo material se adapta a cualquier parte del cuerpo y en cualquier situación, pudiendo ser colocado en su estado blando y maleable para que después, aplicándole vacío, se vuelva rígido como una escayola.
Varstiff, el nuevo material. (Foto: Tecnalia)
El revolucionario material ofrece también soluciones en otros ámbitos de la salud, como la ortopedia, donde hasta ahora se utilizan bandas elásticas que se cierran con velcro o almohadillas inflables. Estas soluciones aplican presión y por lo tanto, ejercen fuerza sobre la piel, lo que disminuye la comodidad, además de faltarles la rigidez necesaria.
La automoción, el ocio y el deporte son otros campos en los que este material puede aportar nuevas utilidades que garanticen la seguridad y comodidad de los usuarios. En automoción, este material aportará mayor comodidad y personalización de elementos, como asientos que se ajustan a cada persona, sistemas de absorción de energía en las puertas o bandejas de maletero flexibles.
En el ámbito del deporte, puede dar lugar a elementos de camping flexibles como sillas, mesas, esterillas, etc. Asimismo, este material puede ser pionero en el desarrollo de textiles de protección de alto rendimiento, como por ejemplo, ropa destinada a deportes de riesgo o para los cuerpos de seguridad.
No comments:
Post a Comment