El ingeniero biomédico de la Universidad de Evanston en Illinois Dean Ho, explica que uno de los mayores retos en la quimioterapia es cuando las células del tumor desarrollan un mecanismo para expulsar a las drogas fuera. Lo que argumenta es que cuando la droga esta ligada a una nanopartícula, la combinación es demasiado fuerte para expulsarla, por lo que al tumor le costaría mucho trabajo desarrollar resistencia para expulsarla.
El valor de las nanopartículas hechas con diamantes es multifacético. Como están hechas con carbón, no son tóxicas, y el sistema inmune del cuerpo no las ataca de regreso. Por lo que pueden ligarse a una variedad de moléculas y entrar directo al tumor. Y como sólo tienen un diámetro de 2 a 8 nanómetros, es muy fácil para los riñones expulsarlas del cuerpo antes de que bloqueen la circulación de la sangre, un problema recurrente en la terapia de nanopartículas.
Para estudiar el valor de los nanodiamantes en el tratamiento del cáncer, el grupo del ingeniero Dean Ho, adjuntó doxorubicin, una droga muy común en la quimioterapia, y la inyectó en ratones con resistencia al cáncer de hígado y mama. Con la ayuda de los diamantes, la droga se mantuvo en la sangre 10 veces más tiempo de lo normal, haciéndola mucho más efectiva. Como resultado, los tumores se encogieron significativamente, según los reportes de la publicación Science Translational Medicine.
Dean Ho y sus colegas, planean probar la terapia de los nanodiamantes en animales más grandes como los conejos. “Estamos muy emocionados con el siguiente paso. Parece muy prometedor” explicó.
Fuente: www.saludmagazine.com.mx
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