Monday, September 11, 2006

La píldora anticonceptiva: una historia mexicana

Cuando Carl Djerassi abandonó SYNTEX (en ese entonces, la compañía transnacional farmacéutica más importante del mundo en el área de química de esteroides) para continuar su carrera académica en Stanford, no solo dejó atrás un escritorio y un laboratorio en la ciudad de México, sino también la gran historia de su vida: la síntesis de la noretisterona, la molécula central en la producción de la pildora anticonceptiva. Pero no fue solo su hazaña (una que le dió a SYNTEX el liderazgo en el mercado internacional, miles de millones de dólares y ser reconocida como el polo de investigación en el área más importante del mundo, competida por Harvard, Yale, Princeton y las universidades más prestigiosas del planeta). La proeza fue compartida con el químico cubano-alemán Jorge Rosenkranz y el mexicano Luis Enrique Miramontes, quién por cierto, aparece en el Salón de Inventores en Estados Unidos en la patente que protegue dicho descubrimiento. La píldora fue reconocida como uno de los 40 inventos más importantes de todos los tiempos, por lo que el nombre de Miramontes se codea con los de Pasteur, Edison y otros grandes. Luis Miramontes es, junto a Andres Manuel del Río y Mario Molina, uno de los grandes químicos mexicanos de todos los tiempos.

1 comment:

soñadora bioquímica said...

La compañía Syntex fue la proveedora de la tecnología necesaria para obtener el sustrato, reactivo inicial para obtener de manera química las hormonas femeninas necesarias para construir las plíldoras que sirvieron de anticonceptivos en la década de los 60s, del siglo pasado. Esto puso a la compañía en la cabeza de la investigación y producción de anticonceptivos orales, permitiendo a las mujeres que decidieran cuando tener los hijos que escogieran tener.
Les dió libertad de trabajo y de planeación de sus vidas.
M.en C.María Elena Carvajal Juárez

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