Se ha descubierto la razón por la cual cuando alguien dice una mentira puede causar un dolor físico, se le conoce como el efecto nocebo, un ejemplo es al darte una pastilla inerte y decirte que causará dolor, ahora se trata de estudiar los cambios bioquímicos para que se pueda elaborar drogas para reducir el dolor.
Fabricio Benedetti de la Universidad de Turín, Italia, descubrión en 1997 junto con sus colaboradores que pacientes que salen de una operación dolorosa y son inyectados con proglumide (que inhibe el neurotransmisor cholecystokinin CKK asociado con la anciedad) no eran susceptibles al efecto nocebo.
Se hizo un experimeno con 45 voluntarios, a los cuales se les pidio que levantaran su brazo para vaciarlo de sangre lo más posible y se les aplicaba un torniquete para evitar que regresara, después se les pedía que realizarán un ejercicio con su brazo, el cual les provocaría dolor, que después de 15 minutos sería insoportable. Se tomaban muestras de sangre, antes de la prueba, a los 5 minutos y a los 10, así como se les pedía que midieran su dolor cada minuto.
Las muestras fueron analizadas para medir el nivel de hormonas del estrés como la adrenocorticotropa y el cortisol que sirven para medir el nivel de ansiedad, dolor medido. Los resultados fueron que el grupo que recibió el efecto nocebo sintió más dolor que el grupo de control que no recibió el efecto, y el grupo que recibió el efecto nocebo y proglumide reportó un dolor equivalente al grupo de control.
Con esto se demostró el efecto del proglumide para bloquear el CKK, pero no es muy eficaz, por lo cual Benedetti y su grupo están trabajando con compañías farmacéuticas para encontrar inhibidores del CKK que se puedan incorporar a narcóticos, para que se pueda aliviar simultáneamente el dolor físico y psicológico.
Se hizo un experimeno con 45 voluntarios, a los cuales se les pidio que levantaran su brazo para vaciarlo de sangre lo más posible y se les aplicaba un torniquete para evitar que regresara, después se les pedía que realizarán un ejercicio con su brazo, el cual les provocaría dolor, que después de 15 minutos sería insoportable. Se tomaban muestras de sangre, antes de la prueba, a los 5 minutos y a los 10, así como se les pedía que midieran su dolor cada minuto.
Las muestras fueron analizadas para medir el nivel de hormonas del estrés como la adrenocorticotropa y el cortisol que sirven para medir el nivel de ansiedad, dolor medido. Los resultados fueron que el grupo que recibió el efecto nocebo sintió más dolor que el grupo de control que no recibió el efecto, y el grupo que recibió el efecto nocebo y proglumide reportó un dolor equivalente al grupo de control.
Con esto se demostró el efecto del proglumide para bloquear el CKK, pero no es muy eficaz, por lo cual Benedetti y su grupo están trabajando con compañías farmacéuticas para encontrar inhibidores del CKK que se puedan incorporar a narcóticos, para que se pueda aliviar simultáneamente el dolor físico y psicológico.
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