Debido a las características de onda de la luz es posible fabricar antenas ópticas capaces de amplificar esta señal luminosa, de
la misma manera que las antenas de nuestras televisiones o de nuestros
teléfonos portables captan las ondas de radio. Sin embargo, la luz oscila un millón de veces más rápido que
dichas ondas, por lo que es necesario objetos demasiado pequeños para lograr
captarlas.
Con
esta idea en mente los investigadores del instituto Langevin localizado en
Francia han logrado fabricar nano-antenas a partir de cortas hebras de ADN
sintético (10 a 15 nm de largo), donde
insertaron partículas de oro (36 nm de diámetro aproximadamente) y un colorante
orgánico fluorescente. Ésta molécula actúa como una fuente que alimenta a la
antena con fotones mientras que las nanopartículas de oro amplifican la
interacción entre el emisor y la luz.
El
desafío es poder controlar la posición de la molécula fluorescente cerca de las
nanopartículas de oro, explicando el uso de un diseño específico en la molécula
de ADN que facilite este trabajo.
Se
espera que este sistema permita el desarrollo de diodos luminosos más eficaces,
celdas solares más compactas o incluso ser utilizadas en criptografía cuántica.
Esta
antena óptica fácil de controlar fue descrita en un artículo publicado por “Nature
Communications” el 17 de
julio del 2012.
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