Alterando sutilmente ciertas interacciones cuánticas en la
materia, los científicos de la Universidad de Leeds han demostrado por primera
vez cómo generar magnetismo en metales que no son normalmente magnéticos.
Imanes sintéticos hechos con esta técnica un día reducirán nuestra dependencia
de metales tóxicos o raros en cosas tales como turbinas de viento, discos duros
de computadora y dispositivos de imágenes médicas de campo magnético.
Normalmente, existen sólo tres metales que son
ferromagnéticos, es decir, capaces de hacerlos magnéticos en presencia de un
campo magnético y permanecer así una vez que este es retirado (a temperatura
ambiente), siendo el hierro, el cobalto y el níquel. La razón detrás de este
número limitado de materiales ferromagnéticos es debido a una condición atómica
conocida como el criterio de Stoner que determina la distribución de electrones
en un átomo y la fuerza de sus interacciones.
Específicamente, el criterio de Stoner dicta que cuando se
multiplica el número de estados diferentes que pueden ocupar los electrones en
órbitas alrededor del núcleo de un átomo por la interacción de intercambio
aplicable (es decir, la interacción entre el límite electrones en un átomo y en
relación con la orientación del espín de cada electrón un estado de mecánica
cuántica ("arriba" o "hacia abajo")), entonces el resultado
debe ser mayor que uno para que el metal sea ferromagnético.
Sencillamente, si se piensa que un electrón posee carga y un
campo magnético, en metales ordinarios existen la misma cantidad de electrones
apareados (es decir, donde el criterio de Stoner es igual a cero) efectivamente
se anulan los campos magnéticos, dejando el material magnéticamente neutro; sin
embargo, en los materiales ferromagnéticos, donde hay más electrones desapareados
que apareados (es decir, donde el criterio de Stoner es mayor que uno), los
campos magnéticos normalmente cancelados por los electrones orientados
opuestamente se permite existir. Como tal, cada electrón desapareado puede
decirse que actúan como un imán pequeño y, con muchos de ellos en un material,
proporcionan un campo magnético global al metal en el que residen.
A diferencia de otros tipos de materiales magnéticos que han
tenido sus propiedades alteradas por la adición de sustancias no magnéticas,
como en los imanes "No Joulianos" – en la última investigación de la
Universidad de Leeds científicos han demostrado cómo alteraron el intercambio en
metales no magnéticos mediante la eliminación de material o, más
específicamente, mediante la eliminación de electrones. Lograron esto usando
una interfaz recubierta con una fina capa de moléculas de carbono C60
(buckminsterfullereno, también conocido como buckyballs), para sacar un número
de electrones y efectivamente aumentar el número de desapareados sobre el
criterio de Stoner para generar metales ferromagnéticos.
Como resultado, los investigadores fueron capaces de alterar
tanto el cobre y el manganeso al grado de ser. Aunque solamente poseen una
pequeña fuerza magnética en comparación con los metales ferromagnéticos que
ocurren naturalmente, los materiales sintéticos magnéticos mostraron estas
propiedades a temperatura ambiente.
Fuente: Universidad de Leeds
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