Investigadores mexicanos desarrollaron un nuevo método para crear humedales artificiales que permiten el tratamiento de aguas residuales domésticas, las cuales pueden ser utilizadas para crear jardines acuáticos donde se cultiven plantas ornamentales de interés comercial.
De acuerdo con el doctor José de Anda Sánchez, investigador del Centro de Investigación y Asistencia en Tecnología y Diseño del Estado de Jalisco (CIATEJ), los humedales tradicionales son de tipo “superficial” y presentan varios inconvenientes como el estancamiento del agua y la consecuente generación de malos olores, favoreciendo así la proliferación de mosquitos; además son costosos pues requieren de inversión en mano de obra para extraer el exceso de plantas emergentes.
Para resolver estos problemas, el doctor José de Anda -en conjunto con otros dos científicos mexicanos- desarrolló una tecnología, actualmente en proceso de patente, para tratar las aguas residuales domésticas, es decir, el líquido utilizado en los sanitarios, las regaderas y el servicio de lavado.
Se trata de un humedal artificial que permite la creación de un jardín y cuya característica principal es que el agua no está en contacto con el medio ambiente pues se mantiene debajo de un lecho poroso; por otra parte, combina el tratamiento del agua residual con la producción de plantas ornamentales.
Sistema fácil de instalar
Aunque el humedal cuenta con varios elementos de construcción, el sistema es fácil de instalar y puede adaptarse a cualquier terreno en pequeñas comunidades o fraccionamientos.
En entrevista, el doctor explicó que el primer paso para limpiar el agua es almacenarla en un tanque séptico, cuya función es sedimentar los sólidos contenidos en el agua residual.
“Por un proceso físico denominado sedimentación, los sólidos se asientan en el fondo del tanque séptico; estos sedimentos se caracterizan por un alto contenido de materia orgánica y bacterias mismas que se encargan de iniciar el proceso de degradación de la materia orgánica”.
Sin embargo, en esta etapa las bacterias no son suficientes ni tienen la calidad necesaria para degradar toda la materia orgánica (se logra menos del 20 por ciento de eficiencia de remoción) por lo que es necesario utilizar un filtro anaerobio.
En la superficie del filtro anaerobio se crea una película en donde crecen bacterias que degradan con mayor eficiencia la materia orgánica (entre un 80 y 85 por ciento de remoción).
“Cada partícula dentro del filtro forma una biopelícula (capa) que es la que interactúa con la materia orgánica degradándola y permitiendo apartar los contaminantes que se encuentran en ella”, explicó el académico.
Luego de esta etapa, el agua es filtrada a través del humedal artificial, en el cual habitan bacterias aerobias que se fijan en un lecho poroso y que pueden existir porque a través de las raíces de las plantas se inyecta suficiente oxígeno gracias al proceso de fotosíntesis.
Una vez que el agua pasa por este “filtro aerobio”, el líquido se recibe en un tanque comercial -instalado debajo del nivel del piso con la finalidad de que no sea visible- desde donde el agua es bombeada para el riego del jardín.
A pesar de que no es una planta de tratamiento formal, este humedal que utiliza plantas ornamentales en lugar de plantas de pantano, permite alcanzar una eficiencia de tratamiento por arriba del 95%, señaló el especialista.
Una opción estética y amigable con el entorno
El doctor José de Anda señaló que a diferencia de los humedales tradicionales, en donde se utilizan plantas de pantano, en el CIATEJ optaron por utilizar plantas ornamentales pues la gente prefiere cuidar y mantener en buenas condiciones un humedal con plantas decorativas, las cuales incluso pueden ser de interés comercial.
De acuerdo con el especialista, en el humedal artificial pueden utilizarse diversos tipos de plantas que requieran un alto grado de humedad para su desarrollo, tales como el alcatraz, ave de paraíso, lirio amarillo, cuna de moisés y platanillo, entre otras.
El objetivo es que, finalizado, el humedal no tenga apariencia de estanque sino de jardín y, al permanecer el agua debajo de él, evitar la generación de malos olores; de esta manera se obtiene un espacio decorativo que se adapta cien por ciento al entorno.
Además de estas ventajas, el humedal artificial utiliza un mínimo de energía y tiene bajos costos de instalación y mantenimiento.
Los costos de instalación están 80% por debajo de los requeridos para colocar una planta convencional de tratamiento de agua, y una vez instalado sólo requiere los cuidados convencionales de un jardín.
El doctor José de Anda señaló que esta alternativa para el tratamiento de aguas residuales domésticas está a disposición de quien desee implementarla y para ello sólo es necesario comunicarse al CIATEJ.
Blog de cursos y estudiantes de Químicas del Departamento de Ciencias Quimico-Biológicas en la Universidad de las Américas Puebla.
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2 comments:
aquí un proceso más para tratar agua contaminada, no tienen que ser procesos costosos, con que el producto final sea agua más limpia o limpia, es una mejora y proceso bastante bueno.
Ahora cómo reutilizamos el agua tratada en una vivienda ??
sería interesante crear un modelo para separar aguas grises de las aguas negras y crear un sistema hidráulico de tuberías que permita la re inserción de aguas provenientes del humedal a una vivienda para un uso que no sea de consumo humano, si no dirigido netamente al uso del inodoro o regadío.
Saludos desde Chile.
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