El litio y el berilio son los dos metales más ligeros conocidos en el universo y tienen bastante en común. Lamentablemente, esto incluye una aversión a entrar en contacto mutuo. Pero pronto eso puede cambiar. Un equipo de científicos ha descubierto que los dos elementos podrían abandonar su antipatía mutua y pasar a ser mejores vecinos. Y esto se podría lograr de maneras muy complejas pero potencialmente muy útiles.
Valiéndose del modelado por ordenador, complementado con alguna intuición, un grupo de científicos de las universidades de Harvard y Cornell han descubierto las condiciones hipotéticas en las que el litio y el berilio, apretados juntos bajo centenares de miles de atmósferas de presión, forman aleaciones estables, y posiblemente superconductoras. La superconductividad es la conducción eléctrica con resistencia cero. Si bien ambos elementos figuran entre los más simples, su combinación sería muy compleja, con capas de electrones formando láminas casi bidimensionales entre los prietamente empaquetados núcleos.
Aunque el berilio por sí solo no es superconductor, muchas de las características de este elemento indican que podría formar parte de un compuesto superconductor. Sin embargo, un superconductor en la Tierra no es muy útil si requiere que se mantenga a centenares de miles de atmósferas de presión. Y aún más difícil que mantener dicha compresión es predecir si las aleaciones retendrán sus estructuras peculiares cuando sean devueltas a las presiones atmosféricas normales. Así que los investigadores están buscando nuevas formas de realizar la compresión. Esto puede significar ir más allá de las técnicas mecánicas y llegar hasta la utilización de elementos o compuestos químicos que, agregados a la mezcla, pudieran servir para desarrollar la función de compresión.
Valiéndose del modelado por ordenador, complementado con alguna intuición, un grupo de científicos de las universidades de Harvard y Cornell han descubierto las condiciones hipotéticas en las que el litio y el berilio, apretados juntos bajo centenares de miles de atmósferas de presión, forman aleaciones estables, y posiblemente superconductoras. La superconductividad es la conducción eléctrica con resistencia cero. Si bien ambos elementos figuran entre los más simples, su combinación sería muy compleja, con capas de electrones formando láminas casi bidimensionales entre los prietamente empaquetados núcleos.
Aunque el berilio por sí solo no es superconductor, muchas de las características de este elemento indican que podría formar parte de un compuesto superconductor. Sin embargo, un superconductor en la Tierra no es muy útil si requiere que se mantenga a centenares de miles de atmósferas de presión. Y aún más difícil que mantener dicha compresión es predecir si las aleaciones retendrán sus estructuras peculiares cuando sean devueltas a las presiones atmosféricas normales. Así que los investigadores están buscando nuevas formas de realizar la compresión. Esto puede significar ir más allá de las técnicas mecánicas y llegar hasta la utilización de elementos o compuestos químicos que, agregados a la mezcla, pudieran servir para desarrollar la función de compresión.
Fuente: Cornell U.
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