Imagen de Miguel Merchand
Ciertamente
las mejores ideas vienen en los tiempos de crisis. Todo comienza hace
10 años, durante un corte de luz indefinido en la provincia de Uberaba
en Brasil. Un hombre de mucho ingenio inventó una manera de tener luz en
su hogar sin tener electricidad, y por tanto, sin el uso de focos o
bombillas. Seguramente Alva Edison pensaría que lo anterior es una
locura, ¿Cómo se puede tener luz sin una bombilla y sin electricidad?.
Bueno, el procedimiento es muy simple, me gusta la secuencia de pasos del blog http://generatuenergia.com/:
1.
Cogemos una botella de 2 litros de plástico PET, se llena de agua
limpia y le añadimos 2 tapones de lejía para evitar el crecimiento de
algas y moho.
2.
Protegemos el tapón de cierre con el envase de un rollo de película
fotográfica, para evitar que éste se degrade y se pueda evaporar y
contaminar el agua.
3. Perforamos el techo de la estancia a iluminar, colocamos una parte de la botella en el exterior que actuará como colector solar y la otra parte en el interior, que hará las veces de lámpara “ecológica”.
4.
Con esto conseguimos un foco que genera entre 40 y 60 W, que no
requiere de ningún tipo de mantenimiento para su funcionamiento.
Parece
increíble, pero es real. Muchas personas de bajos recursos, que sufren
crisis de electricidad o que ni siquiera tienen acceso a ella alrededor
del mundo, usan esta alternativa muy ingeniosa. Tanto en Brasil, como en
Chile hasta las Filipinas. De hecho, en el último territorio incluso
los habitantes de las regiones más humildes se organizan para crear
estas "lámparas" en serie.
Miguel
Merchand, un cineasta y fotógrafo, inspirado por las botellas de luz,
incluso filmó un documental acerca de esta tecnología. Las botellas nos
pueden parecer algo muy sencillo, pero su impacto en las sociedades que
realmente las necesitan ha sido inmenso. Las botellas son un recurso
económico y tan accesible que cualquiera lo puede tener en casa, no se
necesita ser ingeniero para construirlas, ni constructor para
colocarlas. Lo único que se necesita es una botella, cloro, un filme y
un techo donde colocarlas. Así es como nace la nueva medida para las
comunidades marginadas: los Litros de Luz.
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