Monday, April 23, 2007

Falsificaciones de luna

A las partículas de la superficie lunar les pasa de todo, son sacudidas por rayos cósmicos, expuestas a llamaradas solares, bombardeadas por micrometeoritos y han sido fragmentadas, vaporizadas y re-condensadas incontables veces a lo largo de miles de millones de años, para terminar ahora se les quiere sacar oxígeno y otros elementos con el fin de llevar a cabo la "utilización de recursos in situ" (ISRU), cn el fin de hacer posibles futuras misiones de asentamientos lunares, pero vivir con polvo lunar y recuperar cosas de este puede ser más complicado de lo que se sospecha.







Para esto del ISRU y otras investigaciones sobre el diseño de vehículos lunares, no les alanza latiera lunar, por eso necesitan producir un suelo lunar de alta calidad, según explica Larry Taylor, director del Instituto de Geociencias Planetarias de la Universidad de Tennessee, en Knoxville. David S. McKay, jefe científico para temas astrobiológicos del Centro Espacial Johnson (JSC) señala que necesitan mas que unas cuantas bolsitas de tieera lunar, necesitan toneladas, sobretodo para eñ desarrollo de tecnología de excavadoras, ruedas y maquinaria de superficie. Ellos, autoproclamados ‘lunáticos’, cuyas carreras científicas se han centrado en el estudio del suelo y de las rocas lunares, uuuyyy que divertido, forman parte del equipo de consultores del Centro Marshall de Vuelos Espaciales que dirige el Programa de Desarrollo de Sucedáneos de Regolito Lunar. Carole McLemore, responsable del programa en el MSFC, explica que en los 90, se usaba un sucedáneo lunar llamado JSC-1, desarrollado en el JSC, pero ya se acabó. Ahora como iniciativa los científicos del MSFC están trabajando con la oficina de Investigación de Astromateriales y Exploraciones Científicas del JSC para producir una réplica del sucedáneo JSC-1: el JSC-1ª.
Hasta ates que el Apolo trajera muestras del suelo lunar, se creía que el ambiente seco y sin aire de la Luna mantenía el suelo prácticamente inalterado en realidad es mucho más complicado. Micrometeoritos, la mayoría más pequeños que la punta de un lápiz, caen constantemente como de lluvia sobre la superficie a velocidades de hasta 100.000 km/h lo que desgasta el material de la superficie o forma cráteres de impacto microscópicos. Algunos funden el suelo y se vaporizan, para recondensarse en forma de capas vidriosas sobre otras partículas de polvo, también se sueldan las partículas del suelo, formando conglomerados, que después con el viento solar convierten el hierro del suelo en millones de partículas de hierro metálico nanofásico, de apenas unos pocos nanómetros de diámetro.
Estos procesos generan el regolito, capa externa la superficie de la Luna, según Taylor, es un material formado por "esquirlas y fragmentos aglomerados de vidrio, afilados, abrasivos y frágiles", este restriega la maquinaria y las juntas, y daña los pulmones humanos. "Parte del material que ingresó en la nave Apolo era polvo muy fino", dijo McKay. A finales de los 80, el renovado interés por las exploraciones lunares hizo que se necesitaran imitaciones de suelo lunar para probar estrategias de construcción de estructuras en la Luna o de extracción de oxígeno y otros materiales. Lo que llevó al desarrollo del JSC-1 en 1993, hecho de escoria basáltica el lote de 25 toneladas, distribuido en bolsas de 25 kilogramos, tuvo mucho éxito.
McKay. Señaló que todo cambiará, ya que el MSFC ha firmado un contrato de Investigación Innovadora en Pequeñas Empresas con Orbitec, para producir 16 toneladas métricas de los tres tipos de JSC-1A: 1 tonelada de grano fino, 14 de mediano y una de grueso.

El MSFC está desarrollando tres nuevos sucedáneos de suelo lunar, dos imitan el material de los mares lunares y las regiones montañosas de los polos, el tercero simula los bordes vidriosos, afilados y dentados del regolito que se usará para poner a prueba la maquinaria y a los humanos en las condiciones más extremas. No obstante, para recrear el material de cada zona de la Luna haría falta producir un gran número de pequeños, únicos y costosos lotes de sucedáneos."En vez de eso, desarrollaremos sucedáneos básicos, produciremos otros más específicos a partir de ellos, y también permitiremos que los investigadores mejoren los productos según sus necesidades" explica McLemore, todo se basa en encontrar la “receta" fundamental para hacer buenas imitaciones de suelo lunar. La nueva imitación del suelo de los mares lunares estará enriquecida con ilmenita, un óxido cristalino de hierro y titanio. Los primeros lotes serán sólo de unas decenas de kilogramos, hasta que pueda comprobarse que las imitaciones están bien hechas, se aumentará la producción cuando se estandarice el producto final, con lo que se contratará otras subsidiarias para satisfacer la demanda. Creo que todo esto seguirá hasta que se den cuenta de que ya tienen más de lo necesario, pero bueno que se diviertan estudiando rocas.

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