Una parte importante acerca de la reducción de emisiones
de gases tóxicos, es separar el dióxido de carbono de los contaminantes
producidos por combustibles fósiles, para ser almacenado y usado en la
fabricación de otros productos químicos. El método conocido como “molecular
sieve” (tamiz molecular) es utilizado para obtener dióxido de carbono de una
mezcla de distintas sustancias químicas, y como su nombre lo indica, se ocupa
una especie de filtro ultra-fino. Desafortunadamente dichos filtros generalmente
no son altamente específicos.
En la universidad de Melbourne, el profesor Paul Webley y su equipo, han
logrado obtener un tipo de tapiz molecular que permite filtrar solamente
dióxido de carbono. Se trata de un compuesto llamado cabasita de estructura
reticular. Éste material se clasifica dentro de los compuestos conocidos como
zeolitas, y son ocupados en artículos cotidianos como arena para gatos y
filtros para albercas.
Existen distintos tipos de cabasitas, pero la que ha sido desarrollada
recientemente consiste en una especie de anillo de átomos de silicio, aluminio
y oxígeno, con un átomo de cesio en el centro. Éste último actúa como una
trampa que deja pasar el dióxido de carbono, pero bloquea otro tipo de
moléculas. También se dieron cuenta de que funcionaba para separar otro tipo de
gases, como el nitrógeno.
Éstos gases lograron atravesar la “trampa” a distintas temperaturas, lo que
puede ser aprovechado para mejorar la selección específica del dióxido de
carbono, y no de otras sustancias parecidas.
Una de las aplicaciones más inmediatas podría ser la obtención de CO2 de
depósitos de gas natural. A menudo, cuando se perforan dichos almacenes,
existen grandes cantidades de dióxido de carbono que deben ser retiradas antes
de que el gas natural pueda ser comprimido y licuado.
El trabajo anterior fue publicado en “Journal of the American Chemical
Society”.
Fuente:
http://news.discovery.com/tech/molecular-sieve-traps-carbon-dioxide-121108.html
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